martes, marzo 11, 2003

Es difícil vivir con un odio infundado a cuestas, aunque uno diga que no. Siempre trato de parecer valiente y digo que no me importa lo que me digan ni lo que dirán de mi cuando la bomba explote. No es cierto. Me importa aunque yo no quiera, me duele todo lo que he vivido sin que otros se den cuenta, y mas aun sin tener un hombro donde apoyarme. Me duele no poder mirar a quien me gusta mas de tres segundos sin sentir un ligero rezago de culpa sembrada por tantas palabras que he escuchado desde antes de nacer. Me duele
No importa, no pienso cambiar, que se jodan.

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