jueves, septiembre 25, 2003

Llevo dos semanas sin poder checar mi tag. No se a que se deba, no se porque en todos los cibercafes a los que voy el recuadro del tag no carga en ninguno de los blogs que frecuento. Es como estar sordo, como si no escuchara lo que tienen que decir ¿Me han dicho algo? Quizas no y es solo la curiosidad la que me hace imaginar que me he perdido de muchos comentarios y nuevos visitantes.

Han sido dias extraños, de reencuentros, de nuevas experiencias, de encuentros salvajes y humedos, de glicerina y alprazolam, de sudor y feromonas, de recuerdos dolorosos y fantasias crueles, de sinsabores, de esperanzas, de coraje, de alegrias, de orgasmos intensos, de lecturas extremas, de horas frente al monitor, de planeacion, de back to school , de banquetes visuales, de liposucciones mentales, de estallidos internos, de reconstrucciones externas, de envidias, de orgullos, de horoscopos traicioneros, de novelas premonitoras, de lenguetazos, de apretones, de caricias auditivas, de fantasias, de preparativos esteriles, de miedos, de sucesos extraños, de breakdance ideologico, de horas en el cafe, de imaginarme lo que haces, de pensar en todos esos dias que he desperdiciado en mis 20 años de vida, que he perdido tres años pero no pienso perder ni un minuto mas...

he agarrado un nuevo vicio: visitar dos cafecitos que se encuentran muy cercanos a dos diferentes gimnasios. La vista es inigualable... al ver esos cuerpos, esas barbas de tres dias es cuando sabes que dios existe.

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