the knife. kino

- ¿y hasta cuando piensas estar haciendo esto?

- no lo se. probablemente por siempre


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es divertido ver sus caras mientras hablan de cualquier estupidez y se autocelebran y se abrazan y dan sorbitos a sus fancytragos y las serpentinas caen por todas partes y casi podria decirse que todo parece un caleidoscopio.

más frio. más seco.

la gorda ricachona se me acerca y me tira el fijador en la ropa. yo me muestro ligeramente comprensivo y le lanzo una mirada de pocos amigos mientras repito el clásico 'no hay problema, no hay problema'. pobre, ya tiene suficiente con ser tan fea y con el hecho de que siga prendida de kurt cobain en pleno 18 de enero del 2007 como para que venga yo a recordarle (una vez más) lo torpe que es, lo innecesaria.

mis ampliaciones me agradan, me siento como raro, con un cierto dejo de ególatra 'mírenme, mírenme'. hablamos de cosas triviales, tomamos cafe (sin cafe mi cerebro no cabura lo suficientemente bien antes de las 10 am) y nos despedimos. la ricachona me pide mi mail, lo garabateo en una hoja rosa de una agenda con portada de gatos...

el bar tiene luces rojas y hay demasiada gente. schiller destroza mis oidos con sus notas simplonas. en la barra no hay nada mas que cerveza y vodka. no es necesario nada más. de hecho yo soy partidario de que se incluyan en la canasta básica. cerveza, vodka y líquidos anti resaca. no para de contarme de su nuevo novio y de lo mucho que le gustan the klaxons.

- tengo un nuevo video de kino...

- ah órale... como que the knife ya lo escucha todo mundo ¿no?

plop. desde siempre, pero especialmente los últimos meses me parece particularmente detestable la gente que deja de escuchar algo porque 'todo mundo lo esta escuchando' (casi tanto como los que escuchan algo poque 'todo mundo lo escucha') ¿qué tan falto de criterio tienes que ser? ¿qué tan snob? ¿qué tan vacio? behind the wheel salva la noche. eso y el sudor que recorría el pecho del tipo de la tank baby blue.

el sabado conozco un fotógrafo de gran casa editorial. al principio me derrite pero la luz y la falta de vodka y toxinas me hacen darme contra la pared. de todas formas sigue pareciendome atractivo. hablamos sobre los grupos que amenizan la noche, sobe el porqué de la desaparicion de algunas de las pocas buenas propuestas editoriales, del clima... en cierto momento se va sin despedirse y nosotros seguimos bailando.

la búsqueda de drogas es breve. las paredes del after se alargan y se acortan. de guillette pasamos a gloia trevi y luego a garibaldi. lo siguiente que recuerdo es estar en casa de l. ideando la forma de correrlos cortesmente para poder dormirnos.

lo siguiente es el taxi

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el domingo veo el perfume y blue velvet po enésima vez. el domingo veo prozac nation y vomito un poco. el domingo me lee unos versos suyos por teléfono. el domingo escucho palabras que no quiero volver a escuchar jamás

el domingo rompo el record...