lunes, marzo 24, 2003

El viernes decidí hacerlo. Aun no se porqué, no había ninguna ganancia tangible, ninguna mejora a corto plazo, nada. Simplemente pensé que debía hacerlo y así fue. La cita era en un restaurante de la colonia Condesa que me habían dicho iba a estar cerrado pero que al final si estuvo abierto. Desayunamos un omelette, unos wafles con frutitas y unos jugos. La platica giraba en torno a cosas estúpidas, aun para ser tan temprano en un día especial. Mi hermana cada vez se preocupa menos por su aspecto, o por lo menos esa es la impresión que me da, yo también. ¿Porqué será? Quiero decir, ahora nos vemos vestidos descuidadamente, mas que antes, sin embargo siento que nos vemos mejor, mas desenfadados... anyway, ese no era el punto,el punto es que después de un par de mimosas sentí que ya debía hacerlo. Comencé con un: “¿Habría alguna cosa por la que podrías odiarme?“ - No ninguna - ¿Nada absolutamente? - No ¿Porqué? - ¿Nadaaa? - Bueno que mataras a papa o a mama o algo así pero solo eso ¿Porqué? - Por nada...

Mala idea, quería dar vuelta atrás pero ver el bombon que se había sentado a lado me indicó que todo tenía sentido, que tal vez algun día podría comentar algo tan rivial como eso, algo tan cotiiano como lo puede ser un bombon de 1.80 cabello negro y vellos en los brazos en un restaurante de la Condesa.

Un trago mas. Ligero. aun así comenzaba a marearme un poco siendo apenas las 12:30 de la tarde. Lo siento, pero aun sigo siendo tan infantil para depender del alcohol (no mucho, el suficiente) para tomar valor y decir las cosas. - Yo siempre he querido tenerte confianza, pero es que tú nunca me la has tenido V., nunca me has dicho, pues si tienes novio... - Si te he dicho cuando he tenido novio - Bueno si pero no me has dicho muchas cosas que me gustaría que me dijeras y por eso... por eso yo no te he dicho muchas cosas que te hubiera querido decir...- ¿Como qué?

ERROR - el valor andaba extraviado en algun lugar de mi cabeza. Pedí la cuenta y nos fuimos de ahí. Un día feriado, no había mucha gente en la calle, mis insinuaciones se fueron haciendo cada vez mas y mas obvias, la llegué a poner incómoda (¿Porqué no me lo dices y ya?) Llegó un momento en el que los dos sentíamos que era claro de qué estábamos hablando (Aquella vez que descolgó el teléfono y oyó a E. decirme cosas que los amigos no se dicen), que ya lo sospechaba (aquellas fotos de Figo en su entrenamiento, levantándose la playera y mostrando su velludo abdomen, las fotos de Raul también en entrenamientos... omaigod!).

continuará













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