Ayer el maldito explorer se cerró antes de dejarme postear lo que había escrito. Y francamente no estaba de humor para repetirlo.

continuación

Si, bailando me topé con tres ejemplares que parecían extraidos de mis mas sucios y cachondos pensamientos. Uno de ellos itzone, el DJ. Me olvidé de mi acompañante, me seguí con la fiesta, hice la mía, baile que baile con un fino electroclash que se fundía en un mar de tech house.

Al ir por mi tercer absolut el ñoño hizo acto de presencia para decirme que nos fueramos. Lo tuve que hacer pues no tenía ni un peso para el taxi.

Un mail que "olvidé" cotestar.

El domingo mas helado en mucho tiempo, manos dormidas que me recordaban a Nueva York en temporada baja. Cine, una película que no recuerdo su nombre, el regreso al departamento en tinieblas. El resto del domingo dentro de un cuarto en avenida Mazaryk (pensé que ahí solo había tiendas) con aquel guapetón-fresón-de pelo-negro-piernas-velludas-y-un-hermoso-six-pack. Justo lo necesario para llegar al lunes.

Él si me lo dijo, asi, con todas sus letras: le gusté por tener 18 años (mentí) y por parecer de 16 (tan joven me veo?) y porque me gusta que me dominen y porque lo hago muy bien...

No me voy a enamorar, aunque sea perfecto, ya no pienso tropezar de nuevo. Olvidé su teléfono, rechacé una comida cara y regresé a mi casa. Una noche, lágrimas... el lunes.