Siempre he creído que Nueva York es una ciudad que se cuece aparte del resto de USA. Siendo tan cosmopolita y diversa casi por definición, ahí es mas fácil perderse entre la gente y dejar de ser lo que siempre has sido en tu lugar de origen. Glamour, horror, beautiful & ugly people, todo conviviendo en la misma isla, en lo que muchos han llamado la capital del mundo.
Desde la primera vez que viajas ahí es difícil no fascinarse o por lo menos interesarse por el ritmo de vida tan distinto a lo que vemos en la mayoría de las ciudades. Manhattan también es un lugar caro: caro para tomar un taxi, caro para comer una rebanada de pizza en TriBeCa, caro para comprar ropa en el Soho, caro para subir a contemplar el skyline a lo alto del Empire State (creepy...) y caro para quedarte ahí en un hotel que por lo menos tenga su propio baño.
La última vez que fuí, hace ya algunos años, consideré seriamente dentro de mi plan de vida algun día irme a vivir a Nueva York. Fue bastante antes del 9/11 que la isla fue perdiendo para mí su encanto y me comencé a interesar en otras ciudades como Barcelona o Paris.
Había escuchado comentarios, visto algunos anuncios, pero nunca había visto algun capítulo de Sex & the City hasta aquella tarde del 2000. Al principio me pareció un poco simple, banal sería la palabra, pero dejando a un lado su deslumbrante y frívola primera impresión, le seguí la pista y no he dejado de verla cada vez que puedo hasta la actualidad.
La historia de cuatro mujeres solteras, exitosas, en sus 30's, que viven en Manhattan y van por la vida celebrando y teniendo múltiples parejas sexuales a la vez que trabajan y se topan con la soledad y el desencanto del cuento de hadas, me fue cautivando poco a poco. Las mujeres de S&C representan de alguna manera lo que para mí sería la mujer ideal del nuevo milenio. Son chicas post feminismo que se sienten seguras de su femineidad y no tienen problemas con comprar zapatos de 300 dólares (ya que al parecer su presupuesto es bastante abultado...) y leer el Vogue porque saben que eso no les quitará puntos de su IQ. Trabajan, ganan su dinero y lo gastan como gustan, dentro de sí buscan al hombre ideal, con sus miles de características tanto físicas como sentimentales y mentales, pero no se desaniman al encontrarse parejas de una sola noche o relaciones informales y siempre tienen buen sentido del humor.
Carrie, la voz que conduce al programa, es una inteligente columnista con estilo propio, Charlotte es propietaria de una galeria de arte y es la niña buena y clásica all-american-girl del grupo, Miranda es una exitosa abogada a la que no le molesta ser cínica y Samantha, con su agencia de relaciones públicas, es la mujer madura que siempre explora en su propia sexualidad.
A lo largo de las cinco temporadas que lleva el show, el ingrediente principal ha sido el sexo. La vida sexual de estas cuatro mujeres sería la envidia de muchas mujeres en cualquier parte del mundo. Se han tocado temas como el sexo anal, el fetichismo, el exhibicionismo, el lesbianismo, el homosexualismo, la infidelidad y miles de variantes mas que resultan demasiado “fuertes" para las grandes cadenas televisivas, lo que reduce su proyección exclusivamente al HBO.
Al parecer la nueva temporada que inicia en estos días, será la última - siguiendo la (buena) creencia de que es mejor despedirse cuando se está en la cima - y muchos nos quedaremos sin esa serie tan fresca y divertida que es S&C, porque dudo que vuelva a salir al aire algo tan novedoso y divertido.
En mi opinión, el show daba para dos temporadas mas.
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