domingo, julio 20, 2003

nine inch nails. something i can never have

help me I'm in hell


Hasta hoy no había tenido las ganas, ni las fuerzas, ni el tiempo ni el aliento para escribir aquí.

Resulta irónico leer lo que escribo aquí desde hace casi medio año. Todo no ha sido mas que un roller coaster de emociones deprimentes y falsas tras las que se escondia una verdad que me rehusaba a ver: mi vida se estaba desmoronando. Es tan difícil el ver cómo he perdido todo a lo largo del último par de años, tanto por factores internos (mi neurosis, mi borderline disorder) como por extraños factores externos que no termino de comprender.

Cuando siento que todo va a mejorar, termina empeorando mas aun que la vez pasada. Y cuando siento que ya no puede estar peor, la vida suelta una risa macabra y se da la media vuelta para demostrame que seguiré bajando mas y mas y mas y mas y mas y mas...

¿Qué es lo que hecho mal? No soy una persona mala, no le deseo mal a nadie, albergo sueños que incluyen el beneficio de mucha gente que se encuentra junto a mí, entonces ¿Qué es lo que está pasando? Días atrás renuncié al trabajo en el que había estado 10 meses entrando y saliendo con el mismo magro sueldo apenas superior al salario mínimo. Dos meses antes de que comenzara mi labor (osea hace un año) salí huyendo de la casa de mi padre temiendo que su neurosis enfrentada con la mía terminara en algo peor a la agresión física que tuvimos aquella lluviosa noche de julio. Ya había perdido mi escuela gracias a mi depresión y desgano, a ese dolor que sentía por las mañanas y la imposibilidad de salir de la cama, a esa pérdida de la memoria a corto plazo, a ese color negro que comenzaba a manchar el paraíso. Ya lo habíamos perdido casi todo por los pleitos entre mi padre y mi madre, por el hecho de que al querer un divorcio rápido y fácil, mi madre terminó dándole la casa y el 70% del negocio a mi padre, que hasta ese entonces había demostrado su ineptitud empresarial y su pereza, y que, pocos días después, terminó corriendo también a mis dos hermanos de su casa, dejándonos a todos viviendo en un departamento que en nada se asemejaba a nuestra casa. Dicej que podíamos pelear, pero ¿Para qué pelear? ¿Para quedarnos al cuidado de un hombre desentendido, desobligado y cruel en total picada económica y global? Finalmente todos queriamos mas a mi madre que por sus problemas de alcoholismo y el maltrato del que fue víctima durante 20 años (que en cierto modo le gustaba y ahora casi puede admitirlo) quedó en un estado super sensible y agresivo que resultó desconcertante desde un inicio.

Perdí entonces también la seguridad: en ningún lado estaba estable. Admito con los pantalones que tengo que yo también tengo un problema de neurosis, todos la tenemos, pero en mayor grado el triángulo que hacíamos mi madre, mi padre y yo. Mientras hubiera dos elementos de esa triada juntos, nunca dejarían de haber problemas. Los insultos y las peleas se volvieron cosa de todos los días, y en cada enfrentamiento mi madre corría a encerrarse y llamar a alguno de mis tíos que venía a defenderla de sus malvados hijos. Terminó comportándose como una chiquilla.

Fue hace unos meses cuando comenzó a mejorar un poco nuestra situación económica de la que evidentemente ya no formaba parte ni en sueños mi padre. Fue entonces también que comencé a flirtear con la empolvada idea que en alg´´un tiempo tenían mis padres para nosotros: colocarnos un negocio de lo que quisiéramos para que lo manejáramos nosotros mismos y que de ahí salieran nuestros gastos. Se la presenté a mi madre y todo comenzaba a tener sentido...

Hacía tiempo que mi actividad en el trabajo temporal (en un despacho de publicidad con un tío) se había estancado. Me había cansado de hacer siempre lo mismo y había perdido incluso las ganas de escribir y esa actividad que se necesita para hacerlo bien. Fue hace cosa de un mes que dejaron de publicar mis colaboraciones en la revista que me publicaba. Fue cosa de tres semanas que el medio que me pedía reseñas y recomendaciones de media dejó de pagármelas debido a sus problemas financieros. Pero todo parecía ser cosa de tiempo: en aproximadamente un mes yo tendría mi propio negocio y podría dedicarme a preparar mi futuro, algo que se me había negado por todo el maremoto de tragedias que albergaron mi vida desde hace un PAR DE AÑOS.

Hace dos semanas mi madre me dijo que tenía que informarle si quería hacerme cargo de un negocio que quería colocar desde hace tiempo, y cuando le dije que sí, me dijo que ese mismo sábado tenía que tener ya el presupuesto de la inversión inicial para meterla al crédito. La euforia me venció, terminé renunciando al pésimamente trabajo de 11 horas diarias de mi tío y decidí que me adentraría de lleno al proyecto de mi madre, que ahora era también mío.

El martes pasado llamó mi madre a la 1:30 de la tarde al departamento, donde nos encontrábamos mi hermano y yo. Me preguntó muy molesta qué estaba haciendo ahí y le dije que estaba viendo T.V. Colgó y yo seguí en lo mío. Por í cuenta y quizás irresponsablemente, había decidido tomarme tres días de descanso antes de comenzar a adecuar el local y todo lo demás. Aproximadamente una hora mas tarde llegó mi madre muy enojada y me dijo que me fuera de ahí, que no quería que estuviera haraganeando en su casa, para luego soltarme algo que me sacó de mis casillas:

- Acabo de hablarle a tu tío y me dijo que ya habías renunciado. ¿Quién te dijo que renunciaras?

Podía ver la escena: mi tío contestando y el burlón empleado que se sentaba a mi lado escuchando toda la conversación gracias al ruidoso auricular. No, ya no viene... ¿No te había dicho?... Pero si él nos dijo que ustedes pondrían un negocio... si, claro, ay este muchacho, aquí tenía todo, no se porqué se fue entonces...

Mi hermano y mi hermana lo escucharon (aunque mi hermana ahora y como siempre lo niega en una táctica de supervivencia que ha aprendido desde que comenzaron los problemas: desentenderse de los problemas del afectado) el viernes les llevé mucho pan caro pero delicioso de una panadería que se encontraba cerca del despacho. Les dije que era la última vez en mucho tiempo que comeríamos de ese pan y que a partir del lunes vería lo del negocio y blah, blah, blah. Mi madre no decía nada. Ahora que lo veo a distancia y con la cabeza mas fría lo entiendo levemente: ella se molestó mucho porque renuncié al trabajo que ELLA había considerado el mejor para mí. Lo tomó como una ofensa.

Lo que no entiendo a pesar de saber de su inestabilidad emocional y de lo dañado de su psique (aclaro que amo a mi madre, como siempre lo he dicho aquí, pero no creo que ese amor necesariamente tenga que cegarme ante sus defectos y sus problemas que me afectan directamente) es el porqué se hizo la desentendida sobre lo del negocio. Cuando yo le repetí lo que días atrás ella me había dicho, se quedó callada durante unos segundos y responíó que ella nunca me había dicho cuando, ni que fuera seguro... eso realmente me destrozó.

Peleamos, me corrió de la casa y yo aventé cosas y se creó una pelea al estilo tv de lo mas burda y lamentable. Terminé frustrado, irritado y la mecha se había encendido.

Ese día lo veía todo negro. Tuve un bajón horrible de esos que he tenido varias veces desde que suspendí de golpe mi tratamiento de antidepresivos cuando mi padre de buenas a primeras decidió que no servian ni para él ni para nadie.
Por la noche llegó mi madre muy molesta y después llegué yo luego de haberme pasado el día en un cafe internet y luego de haber pensado en algo muy estúpido que horas después llevaría a la práctica...

Todo fue tan de repente, llegué y me senté en el sofá de la sala y ella masculló algo sobre mí, y yo por estúpido respondí de manera muy ofensiva y entonces ella se levanto y me gritó, le grité, terminò en una gran pelea.

Hay algo horrible cada vez que he tenido esta clase de discusiones: al igual que mi padre (supongo que es una lamentable herencia) soy explosivo y no pienso mucho cuando me enojo, pero al tranquilizarme (y en algún grupo de ayuda todos los que tenían el mismo problema decían sentir lo mismo) me arrepiento terriblemente de lo que dije e hice, pero ya no se puede remediar...

Esa noche mientras mi madre supuestamente había salido para llamarle a mi tío, el panorama se cerraba ante mis ojos: mis sueños, mis metas, lo que perdí, ya todo ha quedado fuera de mi alcance. Eso pensaba. Es por ello que ví de nuevo correr el carmín por mis muñecas, es por ello que de nuevo perdí las ganas de seguir luchando. Lamentable o afortunadamente mi hermana descubrió lo que hacía al abrir de golpe la puerta del cuarto de baño donde me encontraba y fue ella la que me dió una oportunidad mas al lavar y cerrar el escape de mi vida. Me lo dijo entre llanto, al igual que mi hermano: me dijo que me quería y que se sentía muy orgullosa de mí, y que no podrían lograrlo sin mí, que no volviera a hacer lo que hace mas de un año hice. Me sentí tan estúpido, tan sucio, tan bajo...

Sobra decir que mi madre me corrió y me retiró todo apoyo, obviamente le contó todo a mi abuela y por consecuencia todos mis tíos se enterarán de un momento a otro. El único apoyo que me queda es mi tía, con quien ahora estoy viviendo pero que al estar molesta por lo que le hice a su hermana, no me deja mas que comer y dormir en su casa, aunque afortunadamente esto ha ido mejorando en los últimos días. También me apoya el neurótico de mi primo, que finalmente es de las otras pocas personas que puedo estar seguro que me quieren, pero al ser tres años mas joven que yo no puede hacer en realidad mucho por mí sino darme su apoyo y su tiempo para desahogar mis penas.

Tengo 200 pesos en el bolsillo y no tengo a nadie que esté dispuesto a ayudarme mas que con trabajos tan inciertos como humillantes. He estado pensando en la posibilidad de buscar oportunidades en lo que sé hacer (escribir, crear) pero no veo el cómo ni el cuándo.

Con toda sinceridad y la tristeza y la verguenza desgastadas: ¿Habrá alguien que me lea que pueda recibir colaboraciones mías ya sean artículos o ensayos, ficciones o reseñas en algún medio? Solo quiero una manera de mantenerme un tiempo, en lo que se aclara el panorama, que al parecer será un largo tiempo.

Sólo estoy seguro de una cosa: todavía quiero vivir mucho, aun no me doy por vencido. Pero mi cuerpo lo resiente, me duele tanto... me siento tan mal. Estos cinco días han sido los peores de mi vida, y todo parece indicar que van a alargarse indefinidamente.

hope
faith
dreams

is all I have....


mientras busques debajo de la nieve, entre el hielo y la tierra, sentirás algo que se siente tibio y tembloroso: es mi corazón que se encuentra muy dentro, que espera salir y protegerse del frío y la inclemencia en la que tanto tiempo ha estado atrapado

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