martes, octubre 26, 2004

Ahhhh tanto que contar.

De pronto me doy cuenta que el tiempo es insuficiente: para salir, para escribir, para pensar, para crear, para hacer todo eso que quieres hacer en caso de que sea el último momento de tu vida (que es como hay que vivir esta vida cada día mas incierta). Todo da vueltas, todo es incierto: más rápido! más rápidooooooooooooo!!!!


En este lapso de tiempo encontré el remedio perfecto para neutralizar la cachondez que me asedia, por lo menos por un buen rato:

Cum in my ass: teens

Dios... hace mucho que no veía un porno hetero tan grotesco, tan vulgar... pero por lo mismo repugnantemente atractivo. La degradación humana en su (casi) máxima expresión, sin una pizca de dignidad sobre esos cuerpos amoratados y envejecidos de putas yugoslavas que gritan y lloran de (¿)placer(?) mientras reciben un doble o hasta triple anal mientras otros dos rusos invaden violentamente sus bocas de dientes ligeramente rotos.

Todos los cuerpos sin excepción tienen cicatrices, marcas de sexo, chupetes, ya nada debe importar cuando ganas 50 dólares por aguantar tres monster cocks en tu trasero, cuando eres un chico hetero de 20 años y tienes que rozar tu pene con el de otros dos tipos más experimentados.

Nada importa. Porno postapocalíptico mientras comes un plato de palomitas Act II y escuchas de fondo música lounge, mientras aprecias lo que parece ser el climax de cada escena: la toma de un ano rosado y terriblemente dilatado, inquietantemente lacerado, con dos grandes dedos estirando la piel a su máxima capacidad.


Luego de ver eso, el sexo es algo que deja de llamarme la atención por unas 4 o 5 horas (todo un récord ;) y el miedo me invade al imaginar la amplia gama de posibles posturas entre 5 hombres y una catatónica chica de mirada triste y garganta profunda.

No hay comentarios.: