miércoles, febrero 16, 2005








No entiendo a los nuevos promotores. Por alguna extraña razón sienten que las estrellas son ellos y no los djs que ya mezclaban dentro del lugar. Todo glam, todo de una exclusividad que por momentos daba risa. Benz, y Volvos, un Jetta negro... diversidad social supongo. Una antigua iglesia, venida a museo, venida a antro por una noche escupía un ruido ahogado por las grandes puertas demadera siglo XIX.

- Identificación y credencial de prensa...

De lo contrario pagar 400 pesos de entrada (bueno si se considera la barra libre ) para bailar a rítmo de DJ Hell, quién se posaría tras de las tornamesas a eso de las 2:30 am. El tummi se encuentraa alguien que conoce y entonces todo vuelve a ser miel sobre hojuelas y sello de entrada. Excelente arreglo del lugar, muy buena distribución de espacios, buena barra libre (ron Stigma para la plebe, Stoli para los vips – press included -) y una concurrencia que se sentía en una de las más exclusivas fiestas deManhattan (aunque debo confesar que el evento SI estuvo a la altura de uno de Manhattan).

Tantos guapos cerca pueden resultar en dos cosas: una demoledora pérdida de autoestima o una excitación extrema capaz de provocar sensaciones increíbles con un simple rozón en la piel del brazo. Yo opté por la segunda y me divertí mucho. Damián & Co. mezclaban con un excelente playlist, me topo con muchos ex compañeros de escuela... algunos me saludan efusivamente, otros me evitan, dejándome con una ceja levemente arqueada, ja. Me encuentro a la florecita y ahí si que el saludo es efusivo, me separo del tummi &Co. y me pongo a platicar/bailar con ella. Electro a todo lo que da, ropa hiper trendy, mujeres rapadas y sin una gota de maquillaje y muchos hombres excesivamente maquillados, aun más que en cualquier otro evento electropunk. Me dice que le va bien en la universidad (siempre que nos vemos dice lo mismo), que extraña mucho a su novio (también) y que siente una terrible nostalgia por los tiempos en que no tenía nada de que preocuparse (a lo que pregunto ¿Ahora tiene algo de que preocuparse?) No le digo nada ymejor bailo y me río mucho. Me da su nuevo teléfono que inmediatamente guardo lo mejor posible. Para esto ya iba en mi quinto trago de Stigma (ron, agua mineral y jugo de uva), pero aun así la acompaño por otro. El bartender era un argentino fabuloso, no por su físico, sino por su amabilidad y carisma (¡En serio!), nos dijo algo de que llevaba dos años en el D.F., lo demás ya no lo entendí y mejor nos alejamos para dejarlo con los otros 1000 tragos que tenía que servir.

Creo que alguien puso un mix muy bueno de Sunglassesat night (Tiga) y desde entonces el ambiente fue mejorando paulatinamente. La fila para entrar al baño era enorme (aun no entiendo por qué a los organizadores parece divertirles disponer de 4 cabinas – y tres cabinas para las chicas – con una concurrencia de 800 personas), así que luego de poner en práctica todos aquellos consejos de autocontrol y meditación urbana, pude ir arriba e intentar cubrirme con esa patina de exclusividad que siempre me ha dado ternura: VIP, ja! si supieran...

La verdad es que la VIP area siempre resulta ser bastante más aburrida que la zona plebe, por lo menos en las fiestas electro. La gran ventaja era ser atendido por un bartender mucho más guapo (pero menos amable) y tomarse un Stoli tras otro. Mucho tipo bonito, menos mamón que al principio por el alcohol y los químicos que seguramente recorrían sus torrentes sanguíneos, pero sin quitarse esa cara de aburrimiento posh característica. Para cuando anunciaron la pasarela de trajes de baño mi visión ya estaba nublada: debo aceptarlo (y no es fácil para mi, mojigato de segunda...): me excedí un poco, no tanto para hacer ridículos ni para no recordar cosas (lo recuerdo todo p-e-r-f-e-c-t-o), pero sí lo suficiente para desinhibirme y alentar mis movimientos... y por supuesto nublar mi vista. Lo único bueno de la dichosa pasarela fue el modelo... bonito tipo ken, plástico pero con personalidad. Inmediatamente entró a la exclusivísima lista de rubios que me atraen. La música cada vez más alta, la gente perdiendo un poco la compostura. En un principio estaba prohibido fumar para no quemar la duela ni dañar “el recinto”, a las 2:30 a.m. el olor a marihuana golpeaba en varias partes, la gente aventaba los vasos y las copitas martineras casi llenas al suelo. DJ hell entra a escena y todos comienzan a bailar eufóricos. Una pareja de hombres se pasa una pastillita roja de lengua a lengua y se ríen, después bailan cada quien con sus respectivas novias. En mi segunda visita al baño me di cuenta que la fiesta era todo un éxito: gente fajando en las puertas, en el retrete había vomito y la mayoría había perdido su gesto de aburrimiento (que no el estilo)... todo ante la divertida mirada de los guardias y los empleados de los sanitarios (definitivamente esa parte de su trabajo ha de ser muy divertida).

Tomarle fotos al DJ Hell, tirar el décimo trago medio lleno al suelo e ir por el onceavo. Sentir el descarado flirteo de un tipo nada guapo pero con un cuerpo excelente (el más sorprendido con el flirteo hacia mi persona en una nave de iglesia con mucha gente estúpidamente hermosa fui yo, sin duda). La fiesta terminaba, eran las 4:15am. De regreso hacia la salida fui rozando ligeramente mi cuerpo contra algunos chicos (y contra un drag queen). Me despedí de la florecita que parecía ser la persona más sobria del lugar y prometimos llamarnos. En mi camino a la salida ubiqué al modelo y también pase rozando su cuerpo porque se que a los modelos les encanta que los toquen... me da asco la manera en la que muchos de ellos están enamorados de sí mismos. Caminamos mucho hasta el estacionamiento y atravesamos lugares tan peligrosos que me cagaría de miedo si no llevara alcohol dentro.

Termine dejando entrelíneas, para mis acompañantes, mispreferencias sexuales, ellos me dijeron que qué chido, que "en su caso" no me juzgarían (no tenían ni idea) pero yo por dentro no dejaba de reprocharme lo indiscreto que había sido.

La próxima semana vuelven a organizar una fiesta en el colmillo, espero que sea la mitad de buena que esta...




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