lunes, abril 25, 2005

amanda ghost. filthy mind


Image hosted by Photobucket.com



No tenía duda: queria ir a la fiesta de la disquera Nuevos Ricos y pasar un buen sábado con algunos amigos y escuchar la divertida mezcla de géneros y canciones que caracterizan a esos eventos. fui, estuve un rato y realmente me la estaba pasando bien. No había tanta gente como una semana antes pero aun así todo estaba muy animado, muy fresco (espero que eso dure un buen tiempo más).

El tummi me dice que tiene que ir al cierre del mutek, que si quiero ir y tomar unas fotos. La verdad el mutek no había causado un gran impacto en mi, no me movía mucho la idea de un festival de arte y música digital Canada-Chile-México, pero por alguna razón acepté y me fui con ellos...

La fiesta era en el antiguo edificio Nafinsa el cual logra un toque original, un poco tongue-in-cheek, pero novedoso. Había mucha gente, mucho más de la que me imaginaba, mucho guapo y guapa. Caminamos un rato en círculo mientras yo buscaba desesperadamente a alguien mínimamente conocido para zafarme del tummi, fancy freak y compañía que cada vez me parecen más insoportables (de seguir asi me voy a quedar más solo que mi pobrecita perra).

Subimos las escaleras y compramos unas cervezas, caras a mi parecer, las bebemos. Al principio la música me pareció demasiado pretenciosa, intentando desesperadamente de no caer en ninguna etiqueta, música nerviosa que intenta que todo mundo voltee a verla, enajenada por ser novedosa. Comienzo a platicar con uno de los amigos (o eso pensé al principio) del tummi y después de un par de cervezas más hasta guapo lo empecé a ver. Comenzó un juego medio infantil de flirteo que sabemos no nos llevaría a ningun lado, sin avisar fui al baño (un equipo de sanirent ubicado en el primer piso...) y cuando regreso lo veo en el barandal, cerveza en mano platicando con otro tipo. Fancy freak (que esa vez es de las pocas veces que la he visto borracha) me dijo que Julian me estaba tratando de ligar y suelta unas risitas "pícaras"... pendeja.
Unos pasos más adelante me encuentro con el Tummi que me pregunta si quiero entrar a la sala de talento del Mutek porque va a hacer unas entrevistas. Solo con mencionar los nombres Gustavo Cerati y Matthew Dear dejo atrás todo y cuando me doy cuenta ya estoy dentro de una pequeña e improvisada zona privada que apesta a cannabis y plátano (tenían muchos plátanos y uvas, y mucho pan de centeno que el tummi comenzó a comer como si no hubiera un mañana). Estaban muchos de los participantes del Mutek, algunos invitados (Cerati included) y algunos otros que la verdad no teníamos nada que hacer ahí pero disimulábamos, folleto en mano, nuestro desconcierto. Comienzo a tomar fotos, sin flash por eso de la paranoia, y de pronto el tummi me quita la cámara y luego de ponerle flash sin más le toma una foto a dos tipos que fuman dos porritos desesperadamente. Pensé que nos sacarían del lugar pero no, solo sonrien y se mueven de lugar.

Media hora después el tummi ya estaba haciendo su entrevista al encargado de los visuales de la noche. Al principio yo pedí agua mineral y escuchaba divertido la plática entre un famosillo y una diseñadora argentina que trataba de ligárselo ofreciendole droga, pero cuando comencé a aburrirme fui por un stoli, y por otro, y otro y otro más... afortunadamente recordé a tiempo lo peligrosas que son las barras libres, más aun cuando son de primera calidad, asi que frené y comencé a comer uvas. Aunque estaba demasiado mareado y desconcertado, me puse a platicar con un tipo del periódico Reforma que era bastante amable. Me hacia preguntas que yo respondía lo mas amable y monosilábicamente posible y fue entonces que me di cuenta de algo: Matthew Dear no estaba ahi dentro, me habían timado, ja. Cuando salimos de ahi ya llevaba yo un vaso de whisky en la mano y una gran mentalización por no perder el estilo en lo que restaba de la noche. Funcionó, a pesar de todo nunca hice un ridículo (a excepción de ponerme a contarle mi pasado sexual a la Fancy Freak y casi gritarle con nombres y apellidos los tipos de su esferilla que me parecian unos bomboncitos) y me la pasé bastante bien.

3:30 y ya estabamos eschando a Matthew Dear mezclar. Un set bastante bueno que hizo bailar a mucha gente. Todos estaban abajo siguiendo las órdenes del guapo chico Dear que parecía estar bastante divertido haciendo su trabajo. Volteaba constantemente hacia atrás y me parecía increible la cantidad de gente interesada en escuchar algo distinto que hay en esta ciudad (era el alcohol). Terminó Matthew Dear, le tome algunas fotos y de lo siguiente que me acuerdo es estar caminando hacia los tacos de Bolivar (tacos bastante peligrosos btw) para comer algo. Estaba cerrado, eran más de las 6:00 de la mañana, y nos fuimos hasta Reforma, platicando y riendo como si fueramos dueños de la calle, sin medir peligros, divirtiéndonos en toda la extensión de la palabra, a pesar de todo.

Image hosted by Photobucket.com

un eye-candy con el chico Dear

No hay comentarios.: