Algunas veces yo llegué a hacer lo mismo, no llegar a citas o no llamar cuando quedaba en hacerlo. ¿Acaso esto era un castigo? ¿Una llamada de atención por no valorarme a mí mismo? Castigo, injusticia, karma... Si es esto último, entonces ya se les pasó la mano a las fuerzas superiores.
De nuevo en mi casa a las 23:00 me meto de nuevo al chat. Pasa un buen rato sin nada interesante mientras escucho música y veo videos. Un par con nick de SPIN me jala a privado y me propone un menage a trois. Sus descripciones suenan interesantes pero nada fuera de lo común, el problema: se encontraban en la Colonia Condesa. Mucha plática, ciber flirteo durante casi una hora, llamarles y escuchar su voz, ronca, masculina, interesante. Quedar de vernos el domingo por la mañana en algun lugar de la Condesa para ir a su departamento. Al pagar la computadora me volvió el ataque de ansiedad que se ha vuelto mas frecuente ultimamente y me comienza a preocupar ¿Será por dejar de pronto el Tafil? o quiero tomar nada de medicamentos y termino capoteandolo con un vodka y shit on the radio de Nelly Furtado.
Mi vida se ha vuelto pop. Una mezcla agridulce. Antes un 90% del total de mi ropa era negra, y no por ninguna tendencia darkie ni mucho menos, simplemente me gusta el negro mucho. Por consejos de mi psicóloga (que se aferra a la idea de que el color negro termina deprimiéndote si lo usas como yo lo hacía) comencé a comprarme muchos jeans y playeras azules, incluso algunas blancas. Las tiré al poco tiempo de comprarlas. Ahora me doy cuenta de que aunque visto con un 70% de negro y un 30% de azul/verde/blanco, mi ropa luce mucho mas siniestra que antes. Siempre escojo aquello que me sienta bien pero no siempre es eso lo mas alegre.
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